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Opinión: La corrupción es egoísta

Actualizado: 15 ene

Hace un par de meses pasé una de las mejores experiencias de mi vida, fui parte de la Selección Nacional de Mejor México para acabar con la mordida de tránsito, lo cual me trajo aprendizajes muy diversos de las cuales puedo recalcar muchas cosas.




Aunque, un detalle que hasta el día de hoy me llena la cabeza de ideas, fue por los comentarios de dos de nuestros compañeros inclinados hacia la política: “El hombre es malo por naturaleza”.

Lo más curioso es que ninguno de ellos dos han sido los primeros en pensar en esto, es un gran debate que hemos sostenido por miles de años, con personajes como Rousseau o Macchiavello, y a pesar de los esfuerzos es un tema en el cual no tenemos una conclusión del todo .  

A pesar de la falta de conclusión, te invito a que veas el problema desde mis ojos, para que tomes lo que te sirva y lo que no lo descartes. 


Hagamos un ejercicio mental.

En este planeta hay billones de personas, si es “b” de bueno, son muchas más personas de las que caben en el estadio Azteca, y me pregunto, si todos y cada uno de ellos fueran malos de corazón, ¿cómo es que aún no nos hemos extinguido? Si lo que se necesitan solamente son pequeños esfuerzos en colaboración para producir una catástrofe que realmente cristalice el mal que billones de personas tienen en su corazón. 

Igualmente me pregunto, ¿y si fueran todos buenos?, ¿por qué aún hay perritos sin casa?. De igual manera para los grandes cambios positivos solo se necesita una pequeña acción de todos para lograr ese estado de bienestar completo. ¿Qué nos cuesta poner nuestro granito de arena para vivir mejor todos? 


Aquí viene la mejor pregunta. 

Si el hombre no es malo, y tampoco bueno, ¿Qué es? y la respuesta es intuitiva pero compleja a la vez. Me ha tomado tiempo y diferentes fuentes, ideas y conversaciones llegar a la siguiente idea: 

El hombre es egoísta por naturaleza, es un problema con el que todos nacimos, y el cual está integrado no solo en nuestro pensamiento y cognición, además de afectar directamente en como experimentamos la vida en sí.  


Antes de seguir, hay que hacer una importante distinción, el término egoísta no está usado como normalmente se haría, si no desde un punto de vista que parte desde lo filosófico y psicológico.  

La palabra egoísta suele asociarse con la moral, lo bueno y lo malo. Sin embargo, esta habla realmente de un problema de percepción. En si lo que propone esta idea es que como seres humanos somos incapaces de ver, escuchar y sentir lo que cualquier otro ser humano siente, nuestra percepción está limitada a ser única e individual, haciéndonos protagonista solamente de nuestre propia vida.  


Es momento de ir a la etimología latina de la palabra EGO, que viene de la palabra YO, al entenderse así y sin moral, podemos ver el término como una construcción del ser individual, que recopila la experiencia personal. Esto incluye la cultura, las vivencias propias, las anécdotas e historias contadas por la comunidad, entre otros detalles.  


Entonces, si decimos que el hombre por naturaleza es egoísta, realmente no nos referimos a que sea malo, si no a que actúa según los valores y preferencias que se han arraigado en él y que se han creado a través de su experiencia en esta vida. 

Así que volvemos a las primeras preguntas, ¿les parece? 

¿Cómo es que aún no nos hemos extinguido?, sencillo, porque hay personas que en su contexto ven a la vida como algo que tiene esperanza y vale la pena ser preservado, 

Ahora vamos por la segunda pregunta, ¿y si fueran todos buenos?, ¿por qué aún hay perritos sin casa? La respuesta no es sencilla, pero lo que se me ocurre ahora es... porque para algunos humanos, la responsabilidad de otro ser sin retribución económica al hogar se ve como un gasto y no como un acto de amor, esto teniendo origen en su percepción única del mundo.  


Y todo este artículo que acabas de leer va enfocado a esta pregunta. . . 



¿Por qué si la corrupción es percibida como mala por la mayoría de la población, aún existe? 

Nuevamente la respuesta no es sencilla, pero les comparto lo que está en mi mente. Es porque la corrupción es egoísta.


La corrupción sucede por un interés humano, un interés que puede tener muchas dimensiones, y puede ir desde los factores internos como lo conductual, el refuerzo positivo a una mala práctica. O puede apoyarse de factores externos como lo monetario, y se multiplica en situaciones en las que se atenta contra necesidades indiscutibles de alguno de los participantes en la corrupción. 


La corrupción puede suceder porque se alinea con muchos factores, pero el más importante, en mi opinión, es el interés humano, el cual puede tener una intención buena o mala, pero todo eso está determinado por la experiencia de quién vive su vida.  


O como diría el dicho mexicano  

“Nadie sabe lo que hay en la olla, más que la cuchara que lo menea” 


Y es difícil luchar contra un problema que varía de individuo a individuo, porque se necesitan soluciones específicas para cada persona para que no caigan en actos de corrupción, y que puedan desenvolverse de la mejor manera, respetando las leyes y acuerdos que hemos creado para vivir en armonía. 


Conoce a Amado Arias, integrante de la Selección Mejor México.
Amado Arias, integrante de la Selección Nacional ConversAcciones Primera Generación.

Para mí, la solución a la corrupción, no se relaciona con rigidez o con un puño firme, si no con el entendimiento de qué la puede causar, un entendimiento de la naturaleza humana y tratar con todas nuestras fuerzas ponernos en los zapatos de los demás, y aunque sea imposible de momento, hacer el mayor esfuerzo por derrotar al problema más grande a la hora de vivir en conjunto con otros humanos, el problema egoísta.  





Las opiniones expresadas en este blog son personales y no representan necesariamente las de Mejor México. El contenido aquí presente es responsabilidad del autor/a.

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